Nuestra forma de relacionarnos con las pantallas ha cambiado sustancialmente en los últimos años. Desde dispositivos para llevar en la muñeca que monitorizan nuestros biorritmos a enormes vallas publicitarias que envuelven edificios. Y es que las pantallas están adquiriendo una nueva materialidad, una calidad de membrana que se extiende sobre múltiples superficies, objetos y arquitecturas. La serie “Echo” reflexiona sobre esta nueva concepción de la pantalla-piel y propone dispositivos lumínicos y sinuosos que dejan al descubierto las tripas del aparato, los cables y componentes electrónicos que normalmente se ocultan. Estas pantallas abandonan la pasividad impuesta por nuestras ansias de representar el mundo, para percibir y dialogar con su alrededor de forma activa, llegando más allá de lo que nuestros sentidos abarcan. Dan forma un nuevo cuerpo que representa y siente su ecosistema a través de internet.
Los contenidos de las pantallas que forman la serie "Echo", en constante conexión y mutación, reaccionan a información meteorológica en tiempo real, como seísmos, incendios o contaminación atmosférica. De esta forma, la serie traduce índices cruciales para la supervivencia de la especie en una experiencia estética que arroja luz y focaliza el interés hacia el creciente problema medioambiental que nos atañe.
Pantalla flexible de LED, ordenador, programación generativa, datos obtenidos en tiempo real, estructura metálica.