Uno de los milagros modernos de hoy en día es el diseño y la fabricación de microprocesadores. El ingeniero eléctrico estadounidense Jack Kilby creó el primer procesador integrado en 1958 utilizando un solo transistor. Hoy en día, somos capaces de crear microprocesadores con más de 1.000 millones de transistores: una verdadera hazaña de la ingeniería y la miniaturización. La ciencia de la fotónica ha sido fundamental en el desarrollo de métodos de fabricación para la creación de estas intrincadas placas de circuitos impresos ópticamente; la fotolitografía se utiliza como una máscara para una luz láser que imprime los patrones del circuito en chips de silicio. Desde automóviles hasta lavadoras, desde aviones hasta teléfonos celulares, el mundo en el que vivimos sería irreconocible sin los avances en fotónica y la aplicación de la luz para imprimir los circuitos integrados que dan vida a nuestra era electrónica.
Atlas es un tributo a la invención del circuito integrado y ha sido creado con los patrones de cientos de microcircuitos históricos. Imágenes de estos circuitos integrados han sido grabadas en la superficie de bloques de acero inoxidable, un proceso que no es muy diferente de cómo los propios chips se imprimen en obleas de silicio. Cientos de pequeños bloques metálicos de 4 x 7 cm, cada uno grabado con el patrón de un microchip, evocan mapas urbanos, sistemas de transporte moderno y otros diagramas de nuestra vida en la ciudad. Atlas adopta estas interpretaciones cartográficas y busca representar la topografía de nuestro mundo digital.
Estos bloques recuerdan las placas metálicas en relieve y evocan la historia de las técnicas de impresión que, en el pasado, han permitido a los seres humanos reproducir múltiples copias de una imagen o un texto original. Los bloques de madera de las primeras imprentas, la impresión tipográfica, así como el surgimiento de la fotografía y sus procesos fotomecánicos, son precursores fundamentales de las técnicas de impresión de los circuitos integrados actuales. Reconocer esta historia nos permite comprender la creación de microchips como parte del legado de las tecnologías de impresión a lo largo del tiempo.
Otras referencias visuales que han inspirado Atlas incluyen las estanterías de bibliotecas, los jeroglíficos y los grabados en las paredes de templos antiguos. La obra final adquiere un aspecto arqueológico, con una superficie texturizada que representa símbolos y códigos que parecen creados por una civilización perdida e imaginaria. En Atlas, las placas de circuito trascienden su naturaleza meramente funcional y emergen como quizás uno de los símbolos más poderosos de nuestra época. La obra nos invita a reflexionar sobre cómo el pasado nos ha permitido construir el presente, al mismo tiempo que sugiere una visión del futuro.
Atlas es un tributo a la invención del circuito integrado y ha sido creado con los patrones de cientos de microcircuitos históricos. Imágenes de estos circuitos integrados han sido grabadas en la superficie de bloques de acero inoxidable, un proceso que no es muy diferente de cómo los propios chips se imprimen en obleas de silicio. Cientos de pequeños bloques metálicos de 4 x 7 cm, cada uno grabado con el patrón de un microchip, evocan mapas urbanos, sistemas de transporte moderno y otros diagramas de nuestra vida en la ciudad. Atlas adopta estas interpretaciones cartográficas y busca representar la topografía de nuestro mundo digital.
Estos bloques recuerdan las placas metálicas en relieve y evocan la historia de las técnicas de impresión que, en el pasado, han permitido a los seres humanos reproducir múltiples copias de una imagen o un texto original. Los bloques de madera de las primeras imprentas, la impresión tipográfica, así como el surgimiento de la fotografía y sus procesos fotomecánicos, son precursores fundamentales de las técnicas de impresión de los circuitos integrados actuales. Reconocer esta historia nos permite comprender la creación de microchips como parte del legado de las tecnologías de impresión a lo largo del tiempo.
Otras referencias visuales que han inspirado Atlas incluyen las estanterías de bibliotecas, los jeroglíficos y los grabados en las paredes de templos antiguos. La obra final adquiere un aspecto arqueológico, con una superficie texturizada que representa símbolos y códigos que parecen creados por una civilización perdida e imaginaria. En Atlas, las placas de circuito trascienden su naturaleza meramente funcional y emergen como quizás uno de los símbolos más poderosos de nuestra época. La obra nos invita a reflexionar sobre cómo el pasado nos ha permitido construir el presente, al mismo tiempo que sugiere una visión del futuro.
Atlas, 2024
Medio: Bloques de acero inoxidable grabados con ácido
Dimensiones: 56,5 x 52 x 15,5 cm / 22,24 x 20,47 x 6,10 in
Medio: Bloques de acero inoxidable grabados con ácido
Dimensiones: 56,5 x 52 x 15,5 cm / 22,24 x 20,47 x 6,10 in